sábado, 25 de agosto de 2018

EL PARQUE CULTURAL EN EL CONGRESO DE PASTORALISMO Y VÍAS PECUARIAS

Entre los días 25 y 29 del pasado mes de junio la Sociedad Española de Pastos convocó a sus socios y a todos los agentes relacionados con el mundo de los Pastos a la ciudad de Teruel para celebrar la 57ª Reunión Científica. En la misma se mostraron los avances en el estudio y conocimiento de los pastos y su gestión. 


Este año la reunión se organizó de forma conjunta con el III Congreso Nacional de Vías Pecuarias y Trashumancia con el fin de dar protagonismo a la infraestructura ganadera, pastoral y de conservación más importante de nuestro país.


Las vías pecuarias, antiquísimos caminos, constituyen en España un extenso y valioso patrimonio natural y cultural que históricamente prestó y aún hoy día presta servicio al tránsito ganadero y contribuye a la preservación de los ecosistemas. Conforman, así mismo, una extensa red de corredores ecológicos que, a pesar del intrusismo y usurpaciones sobrevenidas por las transformaciones culturales habidas en la segunda mitad del siglo XX, supone un patrimonio territorial que continúa vigente y uno de los soportes paisajísticos de la cultura española, de la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas.


Este patrimonio caminero se refleja en la arquitectura tradicional, en la toponimia, en la ordenación de pastos, hierbas y rastrojeras, en la práctica de la trasterminancia, en la rotación de los cultivos, en los sistemas agrosilvopastorales... Es decir, se trata de un elemento fundamental para la caracterización histórica de nuestros paisajes culturales.


Para los organizadores por estos motivos, así como la práctica efectiva de la trashumancia -baste señalar el reconocimiento a través de su declaración como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2017- se consideró necesario ajustar estrategias enfocadas a su recuperación e integración en la ordenación territorial, con la implicación que ello conlleva en la conservación y resiliencia de paisajes, ecosistemas, ganadería extensiva, conectores entre enclaves naturales y desarrollo rural; en otras palabras, protección de las mismas, multifuncionalidad y diversidad de usos en un paisaje en constante transformación.


Las dos citas –Reunión Científica de la Sociedad Española de Pastos y el Congreso Nacional de Vías Pecuarias y Trashumancia- buscaron sinergias entre el trabajo de los diversos agentes relacionados con los pastos, la ganadería extensiva y las vías pecuarias, desde las nuevas narrativas que requieren los lugares emergentes que habitamos, lugares híbridos que demandan una nueva configuración espacio-temporal, crearon un foro de discusión u opinión abierto entre las diferentes administraciones, instituciones, especialistas y particulares, analizando y debatiendo acerca de los diversos aspectos que atañen a las vías pecuarias y la trashumancia.

En este doble congreso también estuvo presente el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. 

Por un lado, la organización nos propuso realizar una visita guiada durante la tarde de la primera jornada (lunes 25 de junio) para mostrar a los congresistas las características de los pastos y del pastoralismo de las sierras del Pobo y de Gúdar

Una primera parada en el monte de Castelfrío permitió realizar una toma de contacto de los rasgos del medio físico (clima, relieve, sustrato), de la vegetación y de otros aspectos ecológicos de este sector de la sierra del Pobo declarado Lugar de Interés Comunitario.



Buen parte de sus valores son el resultado de un proceso de coevolución entre la comunidad biológica y las prácticas ganaderas ancestrales. 


El Sr. Félix Martín, ganadero de Cedrillas y criador de vaca serrana de Teruel, explicó el programa de recuperación y el manejo de esta raza autóctona.


Resultaba evidente la doble naturaleza de las rocas de estos montes y sus diferentes pastos. Sobre las areniscas rojizas triásicas crecían plantas silicícolas, pastos finos y exigentes en humedad óptimos para el ganado vacuno. Sobre las lomas de calizas jurásicas, donde el agua se infiltra con facilidad, crecían plantas calcícolas que originaban pastos más ralos, más apropiados para la oveja.


El siguiente destino fue la val de Sollavientos. Los congresistas no perdían detalle de los prados y cultivos forrajeros que se podían ver durante la ruta. Repararon bien pronto en el desarrollo del pipirigallo en este año de nieves y lluvias y del provecho que hacían de él los rebaños de vacas.


Remontando el río alcanzamos la ermita de Santa Isabel cuando ya caía la tarde. Allí estuvimos explicando de nuevo los rasgos del medio físico y su paisaje vegetal, su aprovechamiento ganadero y la práctica de la trashumancia en la Historia. 


Y, al poco, se incorporó el Sr. paco Gil, ganadero de Allepuz de ovejas de raza cartera que realiza la trashumancia -en camión- entre estas sierras turolenses y las dehesas de Cáceres explicando las vicisitudes y la organización del pastoralismo. 


Fueron numerosas y precisas las cuestiones que le suscitaron los congresistas. Caía la calurosa tarde y había que volver no sin antes de realizar la habitual foto colectiva.
  

El jueves día 28 coincidían los dos encuentros, el de Pastos y el de Vías Pecuarias. Por la tarde, se expusieron dos comunicaciones desde el parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. Una sobre el Camino de los Pilones, como vía de comunicación de personas, ganados y mercancías.



Y, a continuación, se presentó otra comunicación en la que se explicaba la influencia de la ganadería extensiva en la configuración del paisaje cultural del chopo cabecero en el sur de Aragón.


Un paisaje completamente original en el marco de los paisajes rurales europeos y que lo ha hecho mececedor de su declaración como Parque Cultural. Un espacio, en el que se contemplan dos ejes: los chopos cabeceros y la ganadería extensiva

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