martes, 28 de agosto de 2018

ENTRE EL PATRIMONIO CULTURAL DE ARAGÓN

Patrimonio Cultural de Aragón es un portal web del Gobierno de Aragón en la que se aporta información al público sobre bienes culturales, museos, patrimonio inmaterial, patrimonio mundial, archivos, fundaciones, consorcios, escuelas taller y, también, sobre parques culturales.

En la últimas semanas, esta página se ha hecho eco de la reciente creación del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra incluyendo un apartado específico al mismo.


Incluye, además de los datos principales, la descripción, el patrimonio cultural, los equipamientos, información turística, los recursos didácticos y un enlace a este blog. Una colección de fotografías completa la visión de los paisajes y elementos patrimoniales del Parque Cultural.

Esperamos que resulte útil esta ventana a la sociedad. ¡Anímate a conocerlo!

sábado, 25 de agosto de 2018

EL PARQUE CULTURAL EN EL CONGRESO DE PASTORALISMO Y VÍAS PECUARIAS

Entre los días 25 y 29 del pasado mes de junio la Sociedad Española de Pastos convocó a sus socios y a todos los agentes relacionados con el mundo de los Pastos a la ciudad de Teruel para celebrar la 57ª Reunión Científica. En la misma se mostraron los avances en el estudio y conocimiento de los pastos y su gestión. 


Este año la reunión se organizó de forma conjunta con el III Congreso Nacional de Vías Pecuarias y Trashumancia con el fin de dar protagonismo a la infraestructura ganadera, pastoral y de conservación más importante de nuestro país.


Las vías pecuarias, antiquísimos caminos, constituyen en España un extenso y valioso patrimonio natural y cultural que históricamente prestó y aún hoy día presta servicio al tránsito ganadero y contribuye a la preservación de los ecosistemas. Conforman, así mismo, una extensa red de corredores ecológicos que, a pesar del intrusismo y usurpaciones sobrevenidas por las transformaciones culturales habidas en la segunda mitad del siglo XX, supone un patrimonio territorial que continúa vigente y uno de los soportes paisajísticos de la cultura española, de la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas.


Este patrimonio caminero se refleja en la arquitectura tradicional, en la toponimia, en la ordenación de pastos, hierbas y rastrojeras, en la práctica de la trasterminancia, en la rotación de los cultivos, en los sistemas agrosilvopastorales... Es decir, se trata de un elemento fundamental para la caracterización histórica de nuestros paisajes culturales.


Para los organizadores por estos motivos, así como la práctica efectiva de la trashumancia -baste señalar el reconocimiento a través de su declaración como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2017- se consideró necesario ajustar estrategias enfocadas a su recuperación e integración en la ordenación territorial, con la implicación que ello conlleva en la conservación y resiliencia de paisajes, ecosistemas, ganadería extensiva, conectores entre enclaves naturales y desarrollo rural; en otras palabras, protección de las mismas, multifuncionalidad y diversidad de usos en un paisaje en constante transformación.


Las dos citas –Reunión Científica de la Sociedad Española de Pastos y el Congreso Nacional de Vías Pecuarias y Trashumancia- buscaron sinergias entre el trabajo de los diversos agentes relacionados con los pastos, la ganadería extensiva y las vías pecuarias, desde las nuevas narrativas que requieren los lugares emergentes que habitamos, lugares híbridos que demandan una nueva configuración espacio-temporal, crearon un foro de discusión u opinión abierto entre las diferentes administraciones, instituciones, especialistas y particulares, analizando y debatiendo acerca de los diversos aspectos que atañen a las vías pecuarias y la trashumancia.

En este doble congreso también estuvo presente el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. 

Por un lado, la organización nos propuso realizar una visita guiada durante la tarde de la primera jornada (lunes 25 de junio) para mostrar a los congresistas las características de los pastos y del pastoralismo de las sierras del Pobo y de Gúdar

Una primera parada en el monte de Castelfrío permitió realizar una toma de contacto de los rasgos del medio físico (clima, relieve, sustrato), de la vegetación y de otros aspectos ecológicos de este sector de la sierra del Pobo declarado Lugar de Interés Comunitario.



Buen parte de sus valores son el resultado de un proceso de coevolución entre la comunidad biológica y las prácticas ganaderas ancestrales. 


El Sr. Félix Martín, ganadero de Cedrillas y criador de vaca serrana de Teruel, explicó el programa de recuperación y el manejo de esta raza autóctona.


Resultaba evidente la doble naturaleza de las rocas de estos montes y sus diferentes pastos. Sobre las areniscas rojizas triásicas crecían plantas silicícolas, pastos finos y exigentes en humedad óptimos para el ganado vacuno. Sobre las lomas de calizas jurásicas, donde el agua se infiltra con facilidad, crecían plantas calcícolas que originaban pastos más ralos, más apropiados para la oveja.


El siguiente destino fue la val de Sollavientos. Los congresistas no perdían detalle de los prados y cultivos forrajeros que se podían ver durante la ruta. Repararon bien pronto en el desarrollo del pipirigallo en este año de nieves y lluvias y del provecho que hacían de él los rebaños de vacas.


Remontando el río alcanzamos la ermita de Santa Isabel cuando ya caía la tarde. Allí estuvimos explicando de nuevo los rasgos del medio físico y su paisaje vegetal, su aprovechamiento ganadero y la práctica de la trashumancia en la Historia. 


Y, al poco, se incorporó el Sr. paco Gil, ganadero de Allepuz de ovejas de raza cartera que realiza la trashumancia -en camión- entre estas sierras turolenses y las dehesas de Cáceres explicando las vicisitudes y la organización del pastoralismo. 


Fueron numerosas y precisas las cuestiones que le suscitaron los congresistas. Caía la calurosa tarde y había que volver no sin antes de realizar la habitual foto colectiva.
  

El jueves día 28 coincidían los dos encuentros, el de Pastos y el de Vías Pecuarias. Por la tarde, se expusieron dos comunicaciones desde el parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. Una sobre el Camino de los Pilones, como vía de comunicación de personas, ganados y mercancías.



Y, a continuación, se presentó otra comunicación en la que se explicaba la influencia de la ganadería extensiva en la configuración del paisaje cultural del chopo cabecero en el sur de Aragón.


Un paisaje completamente original en el marco de los paisajes rurales europeos y que lo ha hecho mececedor de su declaración como Parque Cultural. Un espacio, en el que se contemplan dos ejes: los chopos cabeceros y la ganadería extensiva

martes, 21 de agosto de 2018

LA CARTA DEL CASTILLO E IGLESIA DE JORCAS

Queridos vecinos y viajeros del presente y futuro:  

Esta es la segunda carta que os escribo a ver qué os parece. La primera os la mandé, también por Internet, hace 18 años. Aunque Jorcas es mucho más, cuando entráis al pueblo sorprende el montículo donde se divisan restos de un antiguo muro resistente a los “tiempos modernos”. Soy yo, mejor dicho, lo que queda de mí.

Me gustaría recordaros que soy el único vestigio medieval en pie del temprano asentamiento origen de este pueblo porque, según los arqueólogos, allá en el siglo X o antes –he perdido la cuenta-, fui poco más que una torre vigía construida por los árabes frente al campo abierto para la defensa de su entonces territorio.


Jorcas.- Restos del torreón o castillo árabe (¿s. X?) con añadidos contemporáneos Foto L.P. (1990)

Pues sí señores, poco más que una “torre vigía”: el espacio no daba para mayores construcciones ni en aquél momento tenía muchos ocupantes. Además, detrás de esa roca había terreno suficiente donde levantar alguna que otra casa no lejos del riachuelo y oculta a visitantes no deseados.

Tiempo después, cuando estas tierras cambiaron a dominio cristiano y algunos repobladores venidos con las tropas del rey de Aragón ocuparon el espacio detrás del roquedal, edificaron también allí una iglesia pequeña. Pasaron los años y las tierras y quienes las habitaban fueron de manos de un rey a otro y de éstos al arzobispo de Zaragoza mientras yo, el torreón, seguía cumpliendo mi función defensiva en esa época de continuadas guerras, oyendo a todos llamarme y escribirme “castillo”.

Pero no quiero hablar mucho de mi historia sino de la función social que han tenido y tienen mis “carnes” de piedra en vuestras vidas porque un día de 1532, recién nombrado arzobispo de Zaragoza Fadrique de Portugal, por tanto señor de Jorcas, ordenó a los arquitectos Juan de la Mira y Juan Galí darse una vuelta por sus posesiones en el Reino e informarle del valor y estado de sus castillos.  Pusiéronse en camino los dos Juanes, llegaron a Jorcas, me vieron y observaron y emitieron el pertinente informe: por mis dimensiones no merecía la pena emplear dinero en arreglarme. Desde entonces a hoy he sido “carne” del paulatino deterioro y he visto emplear mis piedras en aquellas construcciones comunales a conveniencia del señor de las tierras en primer lugar o atravesando los siglos, a la de los habitantes que, bajo mano, han ido “viajando” con mis sillares tan escuadrados a las paredes de sus viviendas o corrales particulares, de manera que mi “cuerpo” diseminado comparte la intimidad doméstica y local. Cada día paseo por las calles, os miro, os recibo y despido año tras año.

Jorcas.- Barrio del Castillo detrás del montículo. A la derecha, la iglesia. Foto: Eliseo Herrero (1998)
Pero volvamos a la Historia. Murió don Fadrique en 1539 sucediéndole don Hernando de Aragón, nieto de Fernando el Católico. Fuera personalmente o informado por su obispo auxiliar, la visita pastoral de 1567 puso de manifiesto que la iglesia de Jorcas estaba derrumbándose y era pequeña para la creciente población del lugar. Así que el 20 de noviembre de ese año, el ilustre prelado ordenó demolerla en el plazo de ocho meses para construir en los cuatro años siguientes otra nueva más capaz en el mismo solar, amenazando al Concejo con una multa de 100 ducados –equivalente a muchos miles de euros de la época- si desobedecían su mandato.


Zaragoza.- Salón del trono del palacio arzobispal. Retrato de Don Hernando de Aragón (1498-1575)

Pero las obras no empezaron enseguida porque antes de tocar el ruinoso pero sagrado lugar, necesitaban obtener permiso para trasladar la pila bautismal y la Eucaristía al espacio más seguro, respetado y decente del pueblo: las “casas del Concejo” (así llamadas por encontrarse en un solo edificio tres salas independientes -“casas”- La del Concejo, la de la audiencia pública y la cárcel) es decir, lo que hoy llamamos Ayuntamiento que entonces estaban en un punto cercano a la iglesia, desde luego no donde hoy se encuentra, lo sé de buena piedra: mucha parte de mí se encuentra en el actual edificio que construyeron el último tercio del siglo XVIII.
Y el mencionado permiso llegó al cabo de más de un año. Finalmente el 31 de enero de 1569 se pusieron manos a la obra y para entonces, D. Hernando de Aragón, un hombre de gran actividad, sólida cultura e inquietudes artísticas, muy rico y, afortunadamente, generoso mecenas, ya había decidido encargar la obra a los Xado. El arzobispo sabía lo que hacía, tenía sobradas referencias de su largo ejercicio profesional respaldado por la antigua iglesia del castillo en el vecino pueblo de Camarillas que en 1550 había terminado Roque Dexado –o de Xado- e igualmente por la recién finalizada hacia 1566 en Cretas quizá en colaboración con su hermano u otro miembro de su familia, pero además contaba con la ponderada opinión del obispo de Tortosa, quien satisfecho del trabajo realizado en este último pueblo, posiblemente se los recomendó para la iglesia de Jorcas.
Camarillas.- Iglesia del Castillo. Obra de Roque de Xado (1550) Foto https://mapio.net/s/36437766/

Precisamente ambos templos de nueva planta –el de Cretas y el de Jorcas- se renombraron poniéndolos bajo la titularidad de la Asunción de María, una devoción en pleno empuje promocional después del Concilio de Trento, especialmente desde que Pío V había ordenado su nuevo enfoque de culto.

Vais bien encaminados al suponer que Dexado fue el arquitecto de la iglesia jorquina no sólo por lo antes mencionado y la lógica secuencia cronológica sino también y sobre todo porque, aunque de momento el autor no parece haber “firmado” la iglesia de Jorcas como las otras dos, su fachada y arquitectura interior sigue el patrón estilístico, simplificado pero prácticamente idéntico al de la parroquia de Cretas.   



Naturalmente el mayor o menor presupuesto disponible en uno y otro templo se pesaba en la obra resultante. Entre la portada de las iglesias de Cretas y Jorcas la segunda tiene un diseño mucho más sencillo y austero, no solo por el número de óculos y hornacinas destinadas a alojar tres esculturas de bulto redondo –que según imprecisas referencias de ancianos eran las de San Blas, la Virgen en su Asunción y santa Águeda- los antiguos santos patronos y la nueva titular del templo, o por la ausencia de medallones en el dintel y del programa pasionista en relieve que recorre el friso o la mayor riqueza ornamental que exhibe la de Cretas sino también por la calidad de los materiales empleados.
 
 
Cretas.- Iglesia de la Asunción y San Juan Bautista. Obra de Xado (h. 1566). Foto: L.P.          


Jorcas.- Iglesia de la Asunción de la Virgen. Probable obra de Xado (h.1573) Foto L. P

Cretas.- Iglesia de la Asunción y San Juan Bautista. Obra de Xado (h. 1566). Foto: L. P.

Jorcas.- Iglesia de la Asunción de la Virgen. Probable obra de Xado (h.1573). Foto: L. P

Para la construcción de la iglesia se aprovecharon en los contrafuertes y esquinas cuantos sillares y losas pudieran valer del templo anterior por economía, comodidad, calidad de la piedra y escasez de buenos canteros en el término o alrededores.

Pero además, ahí al lado estaba yo con el gran almacén de mis mayores, mejores y mejor trabajadas piedras, disponibles desde 1532 sin reparar en las infieles manos que las habían tallado, claro que después de tantos siglos, ni se acordaban. Así bajé a escucharos y conoceros dentro y fuera de aquellos muros. Perdí altura y paisaje, gané contacto humano.




Jorcas.- Sillares reutilizados en los muros externos de la iglesia. Probable obra de Xado (1560-1573) Foto L.P., 2018.

En 1573 el edificio estaba a punto de bendición y consagración porque el 2 de junio, don Hernando de Aragón escribe al obispo de Tolosa contándole la compra de un paño de seda valenciana para el palio del Sanctíssimo sacramento y otras cosas para la falça de la iglesia que se havia hecho de nuevo en su lugar de Jorcas.

La verdad, el día de su inauguración me sentí líticamente orgulloso de estar allí por todos lados para siempre. La obra era magnífica. Dentro se reunían, como siempre, lo antiguo y lo nuevo, el color y el todavía blanco yeso de las nervaturas. La pila bautismal en su lugar, el coro adelantado, las dos puertas y entre ellas esa columna que llaman parteluz con otra adosada grácil y delicadamente labrada señalando la figura de la mujer Virgen elevándose.
 
Jorcas.- Iglesia parroquial, puertas con parteluz. Probable obra de Xado (1560-1573). Foto L.P., 2018.

Sí, seguramente el elemento más interesante de la hoy muy deteriorada portada parroquial de Jorcas es la conservación del parteluz original –posiblemente el único de la época,  existente hoy en la provincia-  entre las dos puertas de acceso al interior, que aún soporta equilibradamente los dinteles superiores reforzándose, sobre un alto pedestal liso, con una columna adosada, de fuste estriado sosteniendo un sencillo capitel dórico, semejante a las que se encontraban a un lado y otro enmarcando dichas puertas. Luego pasaron tantas cosas penosas…

Naturalmente, sobre los múltiples desperfectos que interna y externamente sufrió el templo en los primeros meses de la última guerra civil, el estado general de la iglesia, la portada y singularmente el parteluz –de piedra arenisca- siguen mostrándolos como una permanente herida de aquél tiempo agravada por la continua exposición a la climatología, la erosión -¡Tenemos tantos siglos!- y la desidia de las instituciones civiles y eclesiásticas.

Ante el inminente peligro, un voluntarioso vecino trató de sujetar con cemento las partes más frágiles de esa columna, seña y símbolo excepcional de Jorcas, a la espera de que una hipotética avalancha turística tal vez sugiera a los responsables del edificio, plantearse una visita al pueblo y, de una vez por todas, emprender las acciones necesarias para iniciar la recuperación de una interesante pieza singular del Patrimonio Cultural en estos territorios.

Sinceramente, sus ciudadanos contribuyentes, los edificios y yo mismo en su nombre, resistimos exhaustos, desencantados, pelín hartos pero incansables para recordar a quienes corresponde nuestros derechos constitucionales de otear algo de futuro sostenible.

Así pues me despido, queridos amigos, deseando contar con vuestro apoyo y beneplácito. Desde mi nacimiento sabéis que os llevo a todos y cada uno en el fondo de mi sentimental y discreto corazón.

Lucía Pérez (texto y fotos)
Jorcas

sábado, 18 de agosto de 2018

COSICAS DEL POBO (IV)

La edición de revistas locales es un indicador del creciente interés por conocer la historia, las costumbres y los valores naturales de los pequeños pueblos de Aragón. Estas publicaciones, al mismo tiempo, son reflejo de las diversas actividades culturales que se desarrollan en ellos, son el fruto de la implicación de algunas personas inquietas y de muchas otras que las apoyan por tratarse de algo propio e importante: la identidad de su pueblo.  

Así, en las últimas décadas, surgen este tipo de iniciativas y es cada vez mayor el número de localidades que disponen de una revista cultural local. Sin embargo no es tan habitual que en un mismo pueblo haya dos revistas culturales. Este es el caso de El Pobo, que tiene dos, ambas de periodicidad anual.

Por un lado cuenta con Poborina Folk, la revista del reconocido Festival de Música de Raíz. Y por otro, Cosicas del Pobo. Pues de esta queremos hablar. 


Cosicas del Pobo surgió en 2014 como una extensión del Poborina Folk con el objeto de dar a conocer -a los locales y a los visitantes- la historia, la sociedad y las costumbres de esta localidad de la Sierra. Es editada por la Asociación Cultural La Albada de El Pobo y dirigida por Juanjo Martín Escriche.

En el primer y en el segundo número se compilaron un buen número de notas históricas obtenidas de la lectura de documentos consultados en diversos archivos. El tercer boletín fue dedicado a glosar las biografías de personas vinculadas con El Pobo. 

Cosicas del Pobo nº 4, fechado en octubre de 2017, tiene el certero título "Memoria fotográfica" pues compila treinta y cinco fotografías antiguas tomadas en esta localidad y que formaban parte de una exposición presentada en la Fiesta de San Isidro ese mismo año.

Las mayoría de las fotos son personales. Los protagonistas son las personas que le han dado -o le siguen dando- vida a las calles y campos de pueblo. Son las fotos más queridas por los vecinos por que cada cual tiene una -o muchas- compartidas con estas personas. Abundan las fotos del servicio militar, las escolares y las familiares.

Son fotos entrañables que reflejan los trabajos agrícolas ... 


o domésticos ...


... de otros tiempos.

Es el reflejo de la religiosidad popular ...


de la diversión ...


... de las generaciones previas al éxodo rural.

Predominan, decíamos, las fotos personales. Pero, entre las personas, hay también rincones del pueblo, que se han perdido con el paso del tiempo ...


Es una gran noticia la edición de un nuevo ejemplar de Cosicas de El Pobo. Estos monográficos tan ilustrados y en los que se reconocen los protagonistas tienen el éxito asegurado. Sin embargo, no debería perderse la línea inicial de divulgar el objeto de los estudios, el dar luz a los hallazgos en los viejos legajos, porque ese es el camino para interpretar el presente y una ayuda para buscar el camino en los tiempos que están por llegar. 

¡Larga vida a Cosicas!

jueves, 16 de agosto de 2018

LA AJEDREA (Y LAS ABEJAS), EN SU ESPLENDOR

La ajedrea común (Satureja intricata), más conocida popularmente en Aragón como jadrea, es una de las plantas más representativas de las lomas y rasos de las Tierras Altas de Teruel.


Es una pequeña mata de aspecto de almohadilla que, si le deja el diente de la oveja, puede levantar hasta 40 cm del suelo, aunque habitualmente es bastante rastrera.


Los pequeños tallos tienen abundantes pelicos. Las hojas, perennes, tienen un color verde intenso, el extremo agudo y son algo más anchas cerca del ápice que en la base. Produce un vástago a modo de inflorescencia con forma de espiga  y en donde se disponen las flores agrupadas a diferentes alturas. Cada flor tiene el cáliz con cinco dientes agudos que protegen a la corola, que es de color blanco y tiene dos labios (de donde le viene el nombre a la familia Labiatae).


La jadrea forma parte de matorrales abiertos y de pastos sobre sustratos rocosos. Es común en páramos y crestas calizas, en entornos muy iluminados y muy venteados, donde encontraría su óptimo ecológico. También puede encontrarse en claros de carrascales, pinares, rebollares y, especialmente, sabinares. Es propia de climas continentales, con fuertes oscilaciones térmicas y con escasez de precipitaciones. Sus poblaciones son extensas aunque de escasa densidad.


La deforestación de origen antrópico y los procesos de erosión subsiguientes han ampliado el hábitat de esta especie. Es decir, el ser humano indirectamente le ha favorecido.


Es una planta endémica del centro y el este de la península Ibérica. Se extiende por el Sistema Central, la cordillera Bética, en los páramos castellanos y, en especial, en la cordillera Ibérica donde puede encontrarse en los dominios de la superficie de erosión fundamental creados durante el Terciario. Es, pues, un endemismo iberolevantino.

En el Alto Alfambra prospera en los rasos y en las crestas, especialmente en los llanos de Camarillas, Galve, Allepuz, Aguilar, Jorcas, El Pobo y Ababuj. Es una planta que contribuye a formar paisaje. Y cultura. Un paraje comprendido entre estas dos últimas localidades, en la vertiente este de la sierra de El Pobo, se conoce como Jadriales. Todo queda dicho.


La floración se extiende desde julio hasta septiembre en el Alto Alfambra. Las tormentas veraniegas, tan habituales en la zona, le benefician notablemente. Es lo que ha ocurrido este año. La planta comenzó la primavera aprovechando el agua retenida en las arcillas que se acumulan en las grietas calizas por lo que produjo brotes muy vigorosos con abundantísima flor. Las tormentas de estos días de agosto van a prolongar la floración hasta bien entrado septiembre.

Esta planta produce néctar generosamente. En las horas centrales del día es común observar insectos volando de flor en flor, tanto silvestres ...

Syrichtus proto, un hespérido común en los jadriales
como domésticos, como es el caso de la abeja melífera ...

Apis mellifera libando néctar en la flor de la jadrea 
Los colmeneros valencianos y aragoneses lo saben bien. Cada verano suben sus cajas desde el litoral mediterráneo o desde el valle del Ebro. Este año, con expectativas. Se espera una de las mejores cosechas de miel de los últimos años. Falta hacía.


Otra modalidad de trashumancia.
    

Cuando volvamos a casa después de un paseo por el monte nos traeremos en las botas el aroma de la ajedrea. Y si compramos miel, nos llevaremos el néctar de las flores. Un extracto del verano en cada cucharada.

lunes, 13 de agosto de 2018

CONSITUIDO EL PATRONATO DEL PARQUE CULTURAL

En Aragón los órganos gestores de un parque cultural, según la Ley 12/1997, de 3 de diciembre, de Parques Culturales de Aragón son el Patronato, el Consejo Rector y la Gerencia. 

El pasado día 3 de agosto, en reunión celebrada en Cedrillas, fue constituido el Patronato del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra y fueron propuestas las personas encargadas de formar el Consejo Rector y de asumir la Gerencia. 

El Patronato, órgano consultivo y de participación del Parque, estará compuesto por:

a) Los representantes municipales D. Ignacio Sánchez (Ababuj), D. Ignacio Martínez (Allepuz), D. Enrique Galindo (Aguilar del Alfambra), Dª Rosa Cirugeda (Camarillas), D. José Luis López (Cedrillas), D. José Sangüesa (Galve), D. Alberto Izquierdo (Gúdar), D. Romás Izquierdo (Jorcas), D. Luis Ignacio Lozano (Monteagudo del Castillo) y D. José Gabriel Pérez (El Pobo).

b) Los representantes del Gobierno de Aragón D. Ignacio Escuín  y Dª Abigail Pereta (Departamento de Educación, Cultura y Deporte), Dª María Luisa Romero (Departamento de Vertebración Territorial, Movilidad y Vivienda), D. Julio Moreno (Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad), D. Ángel Lagunas (Departamento de Economía, Industria y Empleo).

c) El representante de las asociaciones culturales D. Ivo Aragón Ínigo (Aguilar Natural).

d) Los representantes de las Comarcas D. Adolfo Rodríguez (Comunidad de Teruel) y Dª Amparo Atienza (Gúdar-Javalambre). 

El Patronato propuso a D. Chabier de Jaime para asumir la Gerencia.

Fueron propuestos para formar parte del Consejo Rector como representantes municipales D. Ignacio Martínez, D. Enrique Galindo y D. José Gabriel Pérez, como representantes del Gobierno de Aragón  D. Ignacio Escuín, Dª Abigail Pereta y D. Julio Moreno y D. Chabier de Jaime como gerente.


En el mismo acto también fue aprobado el Plan de Actuaciones del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra para el año 2018.

Un paso detrás de otro.