miércoles, 30 de mayo de 2018

EL NIÑO, LA ACEITERA Y EL CHOPO

La mañana del 3 de mayo había salido fría en Jorcas. Y eso lo sabíamos todos yendo preparados con la zamarra para pasear. Una ruta senderista con los alumnos del C.R.A. Teruel 1 (desde 3º de Primaria a ESO) por la ribera del río Alfambra hasta la localidad de Aguilar del Alfambra. Ese paseo iba dirigido y organizado por nuestro amigo Chabier de Jaime, gerente del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra



Nuevamente este profesor y naturalista nos adentraba hacia un entorno mágico y aunque cercano a nosotros, por descubrir. El sendero estaba lleno de sorpresas y aprendimos muchas pero muchas cuestiones relacionadas con el chopo cabecero, las plantas, los insectos, las piedras, el río y todo su conjunto natural. 



Mañana de luz potente, de nubes que iban y venían. Un río que bajaba con fuerza dejándose escuchar entre los meandros que formaba. Chabier de cuando en cuando recogía al grupo para contarnos historias fantásticas de ese lugar con encanto. Entre saucedas y chopos, por ejemplo, vimos acequias, un molino y un azud explicándonos su papel. Hablaba de las construcciones hechas mediante la técnica de piedra seca que iban apareciendo entre campos de trigo y cebada. También descubrimos que el río formaba islas naturales y que la fuerza del agua arrastra sedimentos, grava y rocas modificando constantemente el espacio. Ríos vivos que se comportan de forma equilibrada, lógica y coherente en sus largos viajes. Porque para ellos, nada sobra y todo tiene su sentido.

Existen unas plantas llamadas nazarenos, debido a su color, que su raíz es un bulbo. ¿Sabíais que las aliagas tienen hojas durante unos días antes de tirarlas? Nosotros pudimos verlas. Observamos también vizcoderos (majuejo o espino albar), hierba de los ballesteros, llamada así porque los ballesteros usaban su jugo para envenenar las flechas con las que mataban a sus enemigos. Nos paramos en varios endrinos en flor ...


... y Chabier nos comentaba que cuando saca la flor el vizcodero, ya se pueden plantar las tomateras.

Pero aún hay más todavía porque nos ilustró sobre la planta diente de león y yema de oro.


Aprendimos que los chopos pueden ser machos o hembras según el tipo de flor que tienen y que ahora estaban llenos de unas vainas con un líquido que hace de anticongelante y su función de funda es proteger a las diminutas hojas que han nacido. En breve, esas vainas se expulsarán y las hojas se abrirán mostrándose cada vez más grandes.

No sólo hubo encuentros con las plantas, arbustos y árboles. Conocimos a multitud de insectos, entre ellos, la aceitera.


La aceitera si la molestamos produce un líquido tóxico que puede irritarnos la piel. Pero fijaos que aprendimos que las avutardas, aves de mayor peso de la península, les encanta comer aceiteras porque esa sustancia que produce, aunque tóxica, les ayuda a eliminar parásitos internos y eso hace que sus plumas de la cloaca sean más blancas y atractivas para las hembras. Como podemos constatar, todo tiene un sentido en la naturaleza y ese equilibrio hay que intentar no destruirlo.


Por fin llegamos a Aguilar del Alfambra pero antes fuimos a ver el chopo cabecero del Remolinar con 250 años de antigüedad, el cual quedó finalista (tercera posición entre catorce candidaturas) en el concurso de "Árbol Europeo del Año 2015"


Después de nuestro gran paseo naturalista, llegamos al pueblo y comimos cerca del bar. Allí aprovechamos para comprarnos refrescos, helados y chuches. Se sorprenderían los habitantes de Aguilar del Alfambra viendo tanto zagal correteando por sus calles silenciosas.

Después de comer nos acercamos al Aula de Naturaleza del Chopo Cabecero y descubrimos entre paneles y fotografías, más cuestiones sobre este árbol y su hábitat. Además tenéis que saber que el padre del escritor Vicente Blasco Ibáñez nació en Aguilar del Alfambra.


Para poner el broche final a este maravilloso día, nos acercamos a la quesería "Quesos Hontanar" que está en la misma localidad. Milagros nos la enseñó explicando muy bien todo el proceso que conlleva hasta que se comercializa el queso.


¡Hasta pudimos ver la nave con las ovejas y corderos de la raza ovina Assaf ...


y cómo las ordeñaban!.


Después, degustamos varios tipos de queso que producen y hasta compramos alguno.

Como veis, fue una jornada muy educativa y cargada de aprendizaje. Seguro que los niños aprendieron muchas cosas que nunca olvidadán.

Y hablando de olvidos, lo que consideramos que nunca hay que olvidar es quienes somos y de dónde venimos. Nuestro territorio es por excelencia natural y muy hermoso. Preñado de mucha diversidad natural que hay que conocer, difundir y sobre todo preservar. Tenemos muy cerca de nosotros una riqueza natural de valor incalculable. ¡Salgamos más al campo!¡Conozcamos que nos brinda! Él, nunca nos fallará y devolverá a cambio de nada muchas alegrías y serenidad.

Para finalizar, desde el C.R.A. Teruel 1 damos las gracias a la Comarca Comunidad de Teruel (Cultura y Patrimonio) por haber financiado la actividad no suponiendo gasto alguno para nosotros y también a nuestro guía Chabier que por momentos nos recordó a la magnífica película de José Luis Cuerda "La lengua de las mariposas" donde su maestro Don Gregorio (actor Fernando Fernán Gómez) enseña a sus pupilos el lenguaje de la naturaleza entre paseos y felicidad.

José Mª Martínez (texto y fotos)

domingo, 27 de mayo de 2018

GANADERÍA Y BIODIVERSIDAD EN LA SIERRA DE EL POBO. PAISAJE HISTÓRICO Y TESORO MEDIOAMBIENTAL

Entre los siglos XIV y XIX, la economía de las Tierras Altas de Teruel y, por tanto del Alto Alfambra, se basó en la producción de lana. Este producto, muy apreciado, se destinaba tanto a la exportación como a su transformación por los pelaires y tejedores locales.

La ganadería extensiva se basaba en la práctica de la trashumancia, bajando los rebaños a tierras valencianas en el otoño y retornando a las sierras turolenses en la primavera. Y también en el uso de razas rústicas, como la rasa aragonesa o la cartera, bien adaptadas al medio.


Esta importante cabaña ganadera, que en 1796 y solo para el partido de Teruel, superaba los dos millones de cabezas, requería pastos. Abundantes pastos. Estos se consiguieron a partir de los bosques preexistentes. Sabinares, pinares, carrascales y rebollares fueron talados para conseguir pastizales y, en menor medida, tierras de labor. La Comunidad de Aldeas de Teruel era consciente de los riesgos que implicaba la deforestación, pero fue incapaz de ponerle freno a través de las diversas ordenanzas que emitió. La fuerza del mercado era mayor. Este proceso deforestador se aceleró tras las desamortizaciones de montes públicos que se aplicaron a lo largo del siglo XIX.

El resultado.


Unos montes cubiertos por comunidades de plantas herbáceas y por pequeños arbustos resistentes a la sequedad, al viento y a los suelos poco profundos, que se extienden desde Galve hasta Allepuz y desde El Pobo hasta Jorcas. En aquellos parajes donde aflora la roca caliza y que presentan un suave relieve, forman extensos páramos poblados por ajedrea, tomillos, erizos y diversas plantas herbáceas como el cerrillo.

Estos ambientes abiertos son apropiados para una comunidad biológica que, debió prosperar durante los periodos áridos y fríos propios de las glaciaciones cuaternarias, y que durante el último episodio de clima templado quedaría circunscrita a las cumbres calizas de la cordillera Ibérica. Una comunidad rica en endemismos, tanto en el ámbito de la vegetación como en el de los invertebrados.


Una comunidad que aprovechó la oportunidad de ocupar nuevos parajes conforme los pastos iban ganando terreno a los bosques.

En ella abundaban las especies de aves características de zonas esteparias.

Con especies como la alondra-ricotí ...


la ganga-ortega (churla) ...


el sisón ...


la curruca tomillera ...


la bisbita campestre  o la terrera común. Todas ellas y otras más tienen poblaciones en estos páramos.

Es por ello que una parte de las parameras de los términos municipales de Ababuj, Aguilar del Alfambra y Camarillas, que incluye también los cañones fluviales del Alfambra y sus aves rupícolas, han sido declaradas como Zona de Especial Protección de Aves "Parameras del Alfambra" y forman parte de la Red Natura 2000 por incluir hábitats de interés en la Unión Europea.


Para interpretar este paisaje cultural, las prácticas ganaderas que lo han generado, la comunidad biológica, especialmente la avifauna, que constituye este agrosistema y su relación con la historia de estos pueblos el Ayuntamiento de Aguilar del Alfambra, la Plataforma Aguilar Natural y el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra han organizado para el próximo sábado 2 de junio la jornada “Ganadería y biodiversidad en la sierra de El Pobo. Paisaje histórico, tesoro medioambiental”.

¡Descubre los páramos y cañones del Alto Alfambra!

Texto (Chabier de Jaime) y fotos (Rodrigo Pérez y Chabier de Jaime)

viernes, 25 de mayo de 2018

6ª ANDADA "EL POBO NORTE" 2018

Una excursión senderista para descubrir los paisajes primaverales del municipio de El Pobo, para realizar ejercicio físico y para compartir un día de fiesta en buena compañía.


No lo olvides. Sábado 2 de junio de 2018.

Inscripciones en pobonorte@gmail.com

Organiza: Ayuntamiento de el Pobo.

¡A disfrutar!

martes, 22 de mayo de 2018

DÍA INTERNACIONAL DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA

En el año 2000 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 22 de mayo como Día Internacional de la Diversidad Biológica por coincidir esa fecha con la aprobación por 196 países del Convenio de la Diversidad Biológica en la Cumbre de Río. Este convenio fue definido como un instrumento para "la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos". Precisamente, tal día como hoy, este convenio fue firmado hace 25 años en la ciudad brasileña de Río de Janeiro. 

La diversidad biológica se refiere a las variedad de formas que pueden presentar los seres vivos, lo que incluye desde la variabilidad genética dentro de las poblaciones hasta la variedad de ecosistemas, pasando, lógicamente, por la variedad en especies. Todas estas formas son necesarias para la existencia de la vida sobre la Tierra. 

El pasado 4 de mayo recorría el valle del río Seco, aguas abajo de La Hoz, en el el término municipal de Ababuj. Un escarabajo recorría inquieto el suelo de un prado fresco cercano al arroyo. No paraba quieto, pero me dio tiempo a fotografiarlo. 


No sabía nada de él. Envié una foto del citado coleóptero al portal Biodiversidad Virtual, siendo identificado por el experto Francisco Ángel Montes como Iberodorcadion terolense. Esta especie pertenece a la familia Cerambycidae (longicornios o cerambícidos) y fue descrito en 1902 por M.M Escalera  como Dorcadion terolense. Dentro del género Dorcadion hay una amplia variedad de formas, por lo que se estableció el subgénero Iberodorcadion que algunos entomólogos dieron posteriormente el rango de género. Aún sigue abierto el debate.

Sea Dorcadion terolense o sea Iberodorcadon terolense, lo que no cabe duda es la filiación territorial a las Tierras Altas de Teruel, pues no en vano fue descrito como tal a partir de ejemplares encontrados en Monteagudo del Castillo, Gúdar, Valdelinares y Escriche. Su área de distribución se extiende desde la sierra de Cucalón hasta la sierra de Gúdar. Es pues un endemismo turolense.

Es propio de los prados y pastizales de las montañas del sur de Aragón. Originalmente estaría vinculado a los pastos abiertos sobre sustratos rocosos. El desarrollo de la ganadería extensiva de ovino por el ser humano en las sierras turolenses durante varios siglos debió favorecer a este coleóptero pues su hábitat propicio (páramos y prados) se extendió a partir de los bosques preexistentes.


Hoy día 22 de mayo, Día Internacional de la Diversidad Biológica, en el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra queremos recordar tres ideas. La primera es que la biodiversidad es importante para las generaciones actuales y futuras. La segunda es que aquella que es el resultado de un largo proceso evolutivo en el que también ha influido el ser humano. Y, por último, que las Tierras Altas de Teruel albergan a numerosas especies que son tan singulares como poco conocidas. 

lunes, 21 de mayo de 2018

EXPLORAMOS EL CASTILLO DE CEDRILLAS

El Colegio de Cedrillas está desarrollando durante el presente curso un proyecto educativo que tiene como objetivo conocer el patrimonio cultural y natural del entorno. Y, como este es también un objetivo del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra, decidimos trabajar juntos para ir desarrollando actividades que permitan conseguirlo.

El pasado día 16 de abril celebramos hicimos la primera de ellas y la dedicamos a uno de los monumentos más emblemáticos de Cedrillas: el castillo.


Los alumnos ya habían trabajado previamente en el aula  la Edad Media y los castillos, conociendo las partes y funciones de estos, así como comprendiendo por qué en esta época histórica tuvieron tanta importancia en Europa. 

Se trataba de aplicarlo a un caso concreto. Al castillo de su propio pueblo.

Comenzamos con una charla


En una primera parte se fueron recordando algunas ideas generales sobre los castillos: su origen, su momento histórico, la estructura, la vida cotidiana en su interior, los tipos y la manera de conocer la historia de cada uno. Casi siempre empleando ejemplos de los castillos del sur de Aragón, por ser los más conocidos por casi todos. 

Y, a continuación nos centramos en conocer el castillo de Cedrillas. Se explicó de manera sencilla cómo era la situación histórica previa a su construcción, se describieron las características del propio castillo, se comentaron los conocimientos que se tienen en la actualidad sobre su historia (construcción, uso y abandono), cómo se ha producido la restauración, que se trata de un monumento que identifica al municipio y que, además, puede servir para fomentar la economía a través de su conservación y del turismo que puede crear.


Recordamos también el concepto de patrimonio, como un bien común construido por nuestros antepasados y heredado de ellos, que influye de nuestra manera de entender la vida. Y la celebración del Año Europeo del Patrimonio Cultural en 2018.


Como estaba lloviendo, aprovechamos para almorzar en el propio colegio. Y, cuando dejó de llover, nos fuimos de excursión subiendo por las calles hasta llegar a la puerta. Allí nos encontramos con un turista francés aficionado a la fotografía y como no sabía cómo entrar al castillo le propusimos que nos acompañara. 

Pudimos ver que para consolidar las piedras que soportan el muro se habían puesto capas de hormigón que recordaban a los estratos de las rocas. Y, ya de paso, comentamos las características de las que formaban la muralla: calizas y areniscas.


Y, ya dentro del recinto, fuimos recorriendo las diferentes zonas. Las torres, las murallas, los restos de la iglesia ...


... mientras comprendíamos la dificultad del trabajo de los arqueólogos y de los arquitectos restauradores.

Era una mañana fría. En las montañas aún se conservaba la nieve de la gran nevada que había caído tan solo cinco días antes, pero en el castillo ya quedaba muy poca.

Nos acompañó también Sergio Martín, que es geógrafo y concejal de Cedrillas, y que nos explicó el significado y utilidad del pilón que hay sobre el muro norte de la muralla. Es un vértice geodésico. Una referencia que usan los especialistas en la elaboración de mapas.


Y, en pequeños grupos, nos subimos a la torre situada sobre la puerta principal. Distinguimos los sillares nuevos de los originales, las marcas que hacían los canteros y otros detalles de su construcción. ¡Qué frío hacía allí arriba! Pero ¡qué bonita eran las vistas sobre el pueblo y de las montañas de la sierra de El Pobo!


Como ya iba buena la mañana y comenzaba a llover de nuevo, nos fuimos bajando del castillo para volver al colegio. Pero la actividad no terminó aquí, pues en los días se realizó un taller de poesía en el que se emplearon palabras relacionadas con los castillos, sus habitantes y la Edad Media.

En el blog del CRA Palmirá Plá podéis encontrar más información sobre esta actividad educativa. ¡Lo pasamos muy bien!

Texto (Chabier de Jaime) y fotos (Sergio Martín y Chabier de Jaime)

domingo, 20 de mayo de 2018

XIV MARCHA SENDERISTA "NACIMIENTO DEL RÍO MIJARES"

El próximo domingo 27 de mayo tendrá lugar la XIV edición de la Marcha Senderista "Nacimiento del río Mijares" que organiza el Ayuntamiento de Cedrillas. 

Este año, en relación con anteriores, se introducen algunas novedades. Por un lado seguirá un recorrido original. Y, por otro, se han preparado carteles de interpretación del paisaje. 


Senderistas, aventureros y amantes de la naturaleza tenéis una gran ocasión para disfrutar de un día de deporte, de compañerismo y de multitud de emociones, en un mosaico de paisajes único. 

viernes, 18 de mayo de 2018

CHINO-CHANO PRESENTA EL PARQUE CULTURAL

Chino-Chano, el programa senderista de Aragón TV, recorre cada semana alguno de los caminos más hermosos de nuestra tierra con el fin de mostrar la riqueza natural, cultural y paisajística  que reside en los más de 9.000 kilómetros de senderos homologados existentes.


Hace unos días, el equipo que dirige Mariano Navascués estuvo grabando en el sendero Jorcas-Molino de Ababuj-Ermita de la Virgen de la Peña-Aguilar del Alfambra.


En este territorio se conjugan una bellísima dehesa fluvial, la cultura del agua, los desfiladeros del Alfambra y un conjunto de paisajes en donde se integran la arboleda singular de los chopos cabeceros, los páramos ganaderos y los cultivos de la vega tomados, todos ellos, mediante drones.


Este capítulo de Chino-Chano, que sirve para presentar el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra, permitirá descubrir un territorio de la Comunidad de Teruel tan hermoso como desconocido. Se emitirá el próximo domingo a las 14.50 horas en Aragón Televisión y también podrá verse en redifusión en este enlace.

martes, 15 de mayo de 2018

COMIENZA A FLORECER LA POTENTILLA

Es una de las plantas silvestres más comunes en los montes de las Tierras Altas de Teruel y sin embargo, salvo durante unas pocas semanas, pasa desapercibida. Tan desapercibida que, en muchos pueblos carece de nombre popular, aunque en algún otro, como Camarillas, se conoce como flor de primavera. 

El nombre científico es Potentilla cinerea  y pertenece a la familia de las Rosáceas. Es una pequeña mata rastrera que, a partir de una cepa leñosa, produce unos brotes  de los que nacen unas hojas divididas en varios foliolos que están tan cubiertos de pelos que le dan un aspecto blanquecino a la planta.

En estos días de finales de abril y primeros de mayo destacan sus vistosas flores amarillas.

  
Es una planta propia de los claros del bosque y del matorral, pero también de los pastizales pedregosos. Necesita mucha luz y es propia de las montañas calizas. Soporta muy bien las heladas y las grandes oscilaciones de temperatura.

La deforestación le ha favorecido pues encuentra en los ambientes abiertos de los páramos y en las laderas un ambiente apropiado formando allí unos pastos bien adaptados a la sequedad (los pelillos de las hojas reducen la pérdida de agua por transpiración), al efecto desecante del viento y a la sobreexposición a la luz.


Se distribuye por las montañas calizas del centro y del sur de Europa, de este a oeste. Y es muy abundante en la cordillera Ibérica pues le prueba muy bien su clima continental. Frío, seco y extremo. 

En el Alto Alfambra crece en los páramos de la Sierra de El Pobo, tanto en los calizos ...


como en los arcillosos ....


como en los claros de los pinares de la Sierra de Gúdar, siempre sobre sustrato pedregoso ...


Estos días de mayo, la primavera estalla hasta en las lomas y en los cabezos pedregosos gracias a la Potentilla cinerea.


Una planta, muy del Alto Alfambra. Muy de Teruel.

domingo, 13 de mayo de 2018

SE DECLARA EL PARQUE CULTURAL DEL CHOPO CABECERO DEL ALTO ALFAMBRA

El Consejo de Gobierno de Aragón, reunido el pasado 24 de abril de 2018, firmó el Decreto 69/2018 por el que se declara el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

Su publicación tuvo lugar en el Boletín Oficial de Aragón, con fecha 3 de mayo de 2018.

El documento completo puede consultarse pulsando en este enlace

jueves, 10 de mayo de 2018

DÍA MUNDIAL DE LAS AVES MIGRATORIAS

La migración de las aves es uno de los fenómenos naturales más espectaculares de la biosfera.

Una pulsión interior provoca en cada individuo el desplazamiento. El viaje migratorio. Millones de ejemplares de diversas especies realizan movimientos periódicos de mayor o menor alcance. Algunas aves tienen notables dimensiones; la mayoría, en cambio, son pequeñas y discretas. 

Es este un movimiento masivo marcado por la duración del día y por la abundancia de recursos alimenticios. La migración obliga a superar barreras naturales (cordilleras, océanos, desiertos), a orientarse para no perderse y a localizar los ambientes favorables. Pero sobre todo, es un esfuerzo colosal para avecillas que, en ocasiones, deben acumular su reserva energética en unos escasos cuatro gramos extra de tejido adiposo. Es un reto, una gesta

Por eso, diversas entidades internacionales se reunieron en 2017 y decidieron conmemorar el Día Mundial de la Migración de las Aves. Bueno, en realidad hay dos al año. Uno se celebra el segundo sábado de mayo y el otro el segundo sábado de octubre. 

Estos días de mayo estamos inmersos en plena migración. También en el Alto Alfambra. Golondrinas que vuelan en marcada dirección al norte los páramos de Ababuj. Los abejeros europeos emplean las corrientes térmicas que se forman sobre la loma de La Hiedra, en Allepuz. Y las aves limícolas aprovechan el alto nivel de agua del Prado del Becerril en El Pobo. Como este andarríos bastardo.


Este sábado 12 de mayo, disfruta de uno de los fenómenos naturales más sorprendentes.

Solo hay que asomarse a la ventana u observar en nuestro paseo habitual. En definitiva, solo hay que prestar atención a llamada de la vida.

martes, 8 de mayo de 2018

EN EL MASTER DE "TÉCNICAS DE GESTIÓN DEL MEDIO AMBIENTE Y DEL TERRITORIO" DE LA UNIVERSITAT DE VALENCIA

La Universitat de València oferta el los estudios de postgrado "Gestión del Medio Ambiente y del Territorio" desde el Departamento de Geografía

Este máster ofrece una formación avanzada e integral en el conocimiento del territorio y en sus técnicas de análisis y gestión, en relación con la problemática medioambiental y la ordenación territorial. Va dirigido tanto a estudiantes procedentes de distintos grados (Geografía, Ciencias Ambientales, Biología, Economía, Ingeniería o Arquitectura, etc.) que deseen integrarse en el ámbito laboral correspondiente (empresa privada o administración pública) como a profesionales en ejercicio que precisen actualizar y mejorar su cualificación. Proporciona, igualmente, las metodologías y contenidos necesarios para iniciarse en la investigación y emprender un doctorado en este campo. Es un máster con marcado carácter profesionalizante y por ello se utilizan diferentes técnicas de análisis y diagnóstico, haciendo especial hincapié en el manejo de los Sistemas de Información Geográfica .La temática que plantea tiene un carácter claramente interdisciplinar y pretende proveer a la sociedad de un nuevo perfil de especialistas en gestión territorial y medioambiental, cuyo bagaje teórico/práctico les permita resolver con solvencia los problemas que se les puedan plantear.



Entre el equipo de profesores se encuentra el catedrático Alejandro Pérez Cueva, muy vinculado, desde hace años con el sur de Aragón desde sus investigaciones e iniciativas. Este profesor imparte unas prácticas en las que el alumnado analiza, a modo de caso concreto, las características territoriales y la problemática socioeconómica y ambiental de un territorio que comprende el Maestrazgo, la sierra de Gúdar y el Alto Alfambra. En el propio campo. Visitando parajes, entrevistando a agentes sociales, valorando los recursos, evaluando los problemas ...

El pasado 20 de abril fuimos invitados a impartir una conferencia al alumnado de dicho máster en el Centro de Estudios "Las Santas" de Allepuz. Se trataba de dar a conocer el patrimonio del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra poniendo especial énfasis en las vicisitudes de su gestación y en un análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de este proyecto cultural.


¡Una gran ocasión para acercar el territorio a los futuros profesionales de la gestión del territorio!

domingo, 6 de mayo de 2018

EL IES VALLE DEL JILOCA VISITA EL PARQUE CULTURAL

Miércoles 18 de abril. Diez menos cuarto de la mañana. Un autobús toma el desvío hacia Jorcas y se detiene junto al pabellón. Descienden de él algo más de cuarenta animosos jóvenes. Son estudiantes de Biología y Geología (4º ESO) y de Latín y Griego (4º ESO y 1º de Bachillerato) del IES Valle del Jiloca y vienen acompañados por sus profesoras Isabel Herrer y Dina Urgel. 

A casi todos les suenan los nombres del río, de los pueblos o de las sierras. Pero para la mayoría, esta es la primera vez que visitan el Alto Alfambra. ¡Es tan extensa la provincia de Teruel! ¡Y tan poco conocida! Las alumnas, los alumnos, abren los ojos con curiosidad observando la solitaria plaza mientras dan buena cuenta del almuerzo. Y al poco, nos ponemos en marcha.

Pasamos junto al precioso ayuntamiento, con su trinquete, con su arreglada fachada. Remontamos el barranco por el que corre alegre un arroyo. Dejamos a un lado la fuente y el lavadero. Y, poco después, pasamos junto al cementerio. Salimos del pueblo hacia La Muela, el primer objetivo de la excursión.   

La falda de este aplanado monte está abancalada. Es la vieja técnica de conseguir tierra de labor a costa de las inclinadas laderas de las montañas que aquí se aplicó cuando-siglos hace- se roturaron los pastos.


Seguimos ascendiendo por una pista hasta alcanzar un precioso peirón. Este tipo de sencilla construcción religiosa es uno de los monumentos más característicos de la cordillera Ibérica en Aragón.


Tomamos un desvío que nos acerca a un corral nuevo. Del interior del cubierto salen los balidos de unas ovejas que esperan salir a lo suyo: pastar. Y pasamos junto a una fuente con un bacio que rebosa por todos sus lados. 

La escasa altura que nos resta hasta alcanzar la cresta de La Muela la superamos subiendo entre pastos y piedras . 


En medio de la planicie, se abre una alargada zanja que la parte en dos. Sobre uno de sus bordes se levanta un pilón cilíndrico. Es un vértice geodésico. Una referencia empleada por los cartógrafos para sus trabajos en la confección de mapas.

Aún queda algo de nieve. Vuelan algunos bolazos sobre algunas cabezas.


Nos juntamos y comentamos dónde estamos.

La Muela de Jorcas es un yacimiento arqueológico que data del periodo íbero y que se haya sin excavar. Es muy extenso, pues ocupa la totalidad de la superficie de la montaña. Los escarpes ofrecían defensas naturales a sus habitantes y les sirvieron de base para una muralla que prácticamente se ha perdido. Este poblamiento debió ser construido y ocupado sobre los siglos IV y III antes de Cristo, en tiempos de inestabilidad y de escasa seguridad, por comunidades humanas dedicadas a la agricultura y a la ganadería. Esta zona, según los historiadores, corresponde a la frontera cultural entre los pueblos celtíberos (que se extendían hacia el oeste) y los pueblos íberos (más propios del valle del Ebro y de la montañas levantinas). 

La vista es espléndida. Hacia el sur, el monte Peñarroya, cima de la sierra de Gúdar. Hacia el este, los montes del Maestrazgo. Hacia el oeste, la alargada sierra del Pobo con los montes Castelfrío y Hoyalta, aún cubiertos por la nieve caída hace justo una semana. 


En la superficie de La Muela asoman algunos restos de cerámica torneada y de color parduzco. Son pequeños fragmentos de recipientes cocidos y ornamentados con incisiones. 


Les hablo del hallazgo de unas joyas de oro y plata ocurrido hace unos pocos años que se muestran en el Museo Provincial de Teruel y que fueron encontradas entre los sillares de la muralla, sugiriendo a los arqueólogos que tal vez fueran escondidas por su propietario al huir de forma repentina.

En el sector este de La Muela son evidentes los cimientos de las viviendas y las alineaciones de piedras caídas de los muros. En la foto aérea se aprecia muy bien su distribución adosada.


Surge la pregunta. ¿Por qué no se excava este yacimiento? Es el momento de debatir sobre la magnitud del patrimonio arqueológico aragonés, la escasez de recursos económicos destinados al ello y el coste de los trabajos arqueológicos. El yacimiento está ahí. Esperando su ocasión, aguardando nuevos hallazgos. Y también es el momento de hablar del peligro de expolio, actividad delictiva que realizan algunas personas que atenta contra el patrimonio, es decir, contra el legado colectivo que nos ha llegado desde nuestros antepasados.

La zanja que secciona la muela en dos partes debió ser una defensa en cierto momento. Y, más adelante, el pueblo acabó ocupando el resto de la planicie. Comprenden los alumnos el esfuerzo que hay detrás del trabajo arqueológico, en el campo y en el taller. Ahora ven de otra manera el resultados de otros yacimientos que han visitado con anterioridad.

Comentamos también que La Muela fue una posición defensiva del Ejército de la República durante la Guerra Civil Española. Pueden verse, ya desdibujadas por la erosión posterior, restos de trincheras, de parapetos y de socavones provocados por los proyectiles caídos. Dejamos un rato libre para interpretar este espacio y disfrutar de su panorámica.

Analizamos la vegetación y de los factores ambientales que la determinan. Escasas e irregulares precipitaciones, sequía estival, nueve meses con heladas, viento intenso, suelo pedregoso y permeable ... y una intensa presión por el ganado durante varios siglos. Entendemos que solo plantas muy, pero que muy resistentes, como el erizo, pueden crecer aquí.


Nos hacemos una foto de recuerdo e iniciamos el retorno a Jorcas.


En el descenso descubrimos muchas cosas.

Fósiles, eran abundantes ciertos moluscos bivalvos del Cretácico ...


una majada que nos recordaba la gran importancia que ha tenido en la economía de las sierras turolenses y  hasta hace muy pocos años la ganadería extensiva de ovino ...


los meandros encajados abiertos por la erosión fluvial durante épocas históricas más lluviosas en las duras rocas calizas ...


... y las laderas pedregosas pastoreadas durante siglos por los rebaños.

En algunas eras situadas a la entrada del pueblo, vemos los tarugos (aún sin recoger) de ramas cortadas al escamochar o (desmochar) los sauces blancos, en el Jiloca conocidos como sabimbres y aquí como sargas, que serán empleados como leña para calentar algún hogar el próximo otoño ...


Y, siguiendo el mismo camino y dejando a nuestro lado la ermita de San José ...


... llegamos a la plaza y al pabellón donde nos espera el autobús que nos llevará a la ribera del río Alfambra.

Iniciamos la segunda parte de la excursión. Esta más senderista, más naturalista. El sol está alto, pero las ramas de los chopos, aún desnudas, filtran la luz que no llega a ser intensa. Comenzamos el recorrido de la ribera del río Alfambra junto al molino de Ababuj.

El río desciende por una suave llanura y se ha abre camino entre arcillas del Cretácico Inferior y conglomerados del final del Mioceno (Terciario) que lo encajan y entre los propios sedimentos (limos) que él va aportando. Si en Jorcas hablamos de un meandro, una forma de relieve fluvial, abierto en calizas, en el Molino de Ababuj pudimos observar otro meandro creado en sedimentos cuaternarios.

El entorno del molino es una dehesa fluvial. Es decir, un espacio de aprovechamiento ganadero y forestal en el entorno de un río caracterizado por tener árboles espaciados unos de otros y por un estrato de vegetación pratense.

El Alfambra es un río que sufre esporádicas crecidas y que provoca inundaciones. Tradicionalmente, los campesinos han intentado ganar espacio para sus cultivos pero han sabido respetar espacios, pensando estos episodios de aguas muy altas, dedicándolos a pastos y a cultivar árboles para producir madera. En el Alto Alfambra chopos y sauces manejados mediante el desmoche. Es decir, subiéndose a la parte alta del tronco y cortando la totalidad de las ramas para su empleo como vigas en la arquitectura rural a turnos de doce años. Así, el rebrote queda lejos del diente de los animales domésticos que pastan en el entorno.


Al salir del meandro, el río se encuentra con un obstáculo: el Azud del Molino. Parte del agua se desvía hacia una acequia que surge en su margen derecha y que riega por gravedad los campos comprendidos entre ella y el río. La escasez de agua en este valle, de caudal muy irregular, ha favorecido un aprovechamiento histórico muy intenso e inteligente por sus habitantes.

Cerca del río hay prados, unos más frescos que otros, según la distancia al nivel freático y la iluminación.


Entre estas hierbas abunda una especie de escarabajo de pequeñas alas (élitros) y de un largo abdomen. Es realmente grande, uno de los más grandes de Europa. El esqueleto externo es de color negro pero presenta unas rayas rojas en los segmentos del abdomen. Es la aceitera (Berberomeloe majalis).


Se le llama así por que si se siente molestada segrega un líquido amarillento y viscoso que recuerda al aceite. Contiene cantaridina, una sustancia caústica que provoca ampollas en la piel, por lo que conviene no tocarla. Los adultos devoran plantas en praderas. Las hembras ponen numerosos de huevos en el suelo de los que surgen larvas que parasitan a las avispas y abejas silvestres, alimentándose de sus huevos y larvas, así como de la miel y el polen que aportan los adultos. Tienen un ciclo vital con metamorfosis compleja hasta alcanzar la fase de adulto.

El río Alfambra se muestra espléndido.


Tiene un caudal abundante tras el deshielo producido después de la copiosa nevada. Es un río vivo pues no tener regulación mediante presa alguna muestra su funcionamiento natural. En algunas sectores del cauce, el acúmulo de gravas permite formar varios canales que dejan islas entre ellos. Es un cauce trenzado, algo que ya no es muy común en ríos con cauces muy intervenidos.


El grupo de alumnos se fue estirando, siguiendo el recorrido del sendero turístico PR-TE 51. Es un paseo muy cómodo entre los grandes árboles de la ribera y los campos de cereal orlados con espinos.


Nos volvemos a agrupar y comentamos la forma del chopo cabecero que depende de la manera de gestionarlo, mediante periódicas podas. Estas aceleran el envejecimiento del árbol pero aumentan su longevidad. Propician la formación de huecos en el interior del tronco y la presencia de abundante madera muerta. Esto es muy valioso para los organismos que viven en los bosques. Estas dehesas fluviales, sin ser verdaderos bosques, si que albergan numerosos árboles veteranos y viejos. Son importantes para la vida silvestre. Numerosas especies de insectos y de vertebrados (aves y mamíferos) dependen de ellos.

Pero, en paralelo, forman en sí mismo todo un patrimonio cultural pues son el fruto del aprovechamiento humano de los árboles de ribera. Es un ejemplo de uso sostenible que ha permitido formar unos ecosistemas agrarios (agrosistemas) muy singulares. De ahí, la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial a la técnica tradicional de cuidado y uso de estos árboles y a este espacio geográfico Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte y de Arboleda Singular Ribera de Chopo Cabecero por el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad.


Pero, estos árboles y los paisajes de su entorno, son testigos de una historia de prosperidad en las Tierras Altas de Teruel, asociada a la industria textil que aprovechaba la lana de las ovejas que pastaban en estos prados. En unos prados salpicados de viejos árboles. Es tanto un paisaje histórico como una herencia colectiva. Por ello, hay que considerarlos en un año como el 2018 en el que se celebra en todo el continente en Año Europeo del Patrimonio Cultural.


Le hicimos una foto a Dina e Isabel, las profesoras, junto a un árbol monumental.


Y continuamos siguiendo la ribera del río Alfambra. El pueblo de Aguilar, recostado a la solana de un cerro, ya se veía cerca.


Ya faltaba poco. Llegamos hasta un panel con unas réplica de huellas de dinosaurio que hay en un monte cercano. Y, después de un corto descanso, llegamos hasta el Árbol Singular Chopo Cabecero del Remolinar, el que fue el candidato español en el concurso European Tree of the Year 2015 donde quedó clasificado en tercer puesto en función del enorme apoyo recibido en la votación de este concurso internacional. Y allí nos hicimos una foto de recuerdo.


Y como ya era la hora de comer, nos acercamos al pueblo de Aguilar del Alfambra sin dejar de fijarnos en la arquitectura popular, otra manifestación del patrimonio cultural. Aquí se construye con piedras (areniscas violetas y calizas grises), madera y teja árabe, con un estilo muy singular.


Comimos y descansamos en el bar. Y, aún sacamos un rato para acercarnos a ver el Aula de la Naturaleza del Chopo Cabecero, con sus paneles, con su bonito diorama y con el mapa de la zona.


Ya eran más de las cuatro de la tarde. La hora de volver y de concluir una jornada estupenda.

¡Hasta pronto IES Valle del Jiloca!