Cuando se visita la iglesia de El Pobo, llama la atención que el único cuadro de pintura existente es el que tiene como tema la Adoración de los Reyes Magos. Es una obra del pintor M. Diago que debió realizarse en la década de los '50 del pasado siglo. Es el tipo de pintura religiosa que se prodigó en España durante la posguerra, en un momento en el que la influencia religiosa en el régimen franquista fue muy intensa.
El cuadro está alojado en la parte central de un pequeño altar que se encuentra en la nave derecha del citado templo, enmarcado dentro de una especie de ventana de inspiración gótica, bajo un frontón rodeado de pináculos que sostiene un escudo que contiene tres bonetes. De hecho, el Altar de los Reyes, como es conocido en El Pobo, es propiedad de la familia Bonet.
Según nos informa Juanjo Martín, este cuadro fue donado por D. Fausto Montserrat Bonet y por Dª Francisca Aracil Borrás. Es por ello que, está acompañado por dos imágenes de los santos patronos de los donantes. A la derecha, San Fausto Labrador, que muestra un rastrillo y una palma de martirio. A la izquierda, Santa Francisca Romana, que viste hábito negro y que va acompañada por un libro en las manos y unas manzanas y peras a los pies. Ambas imágenes descansan sobre dos ménsulas. La advocación del citado queda de manifiesto con la ornamentación del frontal, una especie de escudo con tres coronas y una estrella.
Este cuadro repuso a otro preexistente y que también estaba dedicado a la Epifanía que desapareció al inicio de la Guerra Civil, cuando en El Pobo se estableció la columna anarquista Torres-Benedito procedente de Castellón. Algunas personas mayores sostienen que el cuadro original fue decomisado para su venta en Francia mientras que la parte de madera fue destruida. El hecho es que no se supo más del mismo.
La Fiesta de los Reyes Magos se celebra en El Pobo con una cabalgata. Nada diferente a lo que ocurre en otras localidades, puede pensarse. Pero es una cabalgata un tanto especial pues implica un hermanamiento entre dos localidades: el Pobo y Camarillas. Desde hace más de una treintena de años, los vecinos de los dos pueblos se organizan para llevar los juguetes a los niños de ambas localidades. Tres jóvenes de El Pobo se visten de reyes magos y salen seguidos por una comitiva de coches para llegar a Camarillas en cuyo salón municipal reparten los regalos a los niños de esta localidad. A la vuelta, en una masía situada a mitad de camino, ceden sus trajes a otros tantos jóvenes de Camarillas que harán de reyes magos en El Pobo, entregando los regalos en la iglesia de esta localidad. Tras ello, se celebra una cena entre unos y otros, que termina con el consabido baile. El año siguiente, se invierte el orden, empezando y terminando en Camarillas.
Todo sea por mantener la magia de esta noche. ¡Feliz día de Reyes!
Gracias a Juanjo, a Carmen y a ti por enseñarnos cosas de nuestros pueblos que desconocemos.
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