Caminando en silencio, al alba o preferentemente al atardecer, por cualquier ambiente natural, es fácil sorprender al corzo (Capreolus capreolus), un pequeño cérvido que en pocos años se ha extendido por todo el Alto Alfambra.
Es un mamífero con un peso inferior a 30 kg. El macho presenta unas cuernas que renueva cada año a lo largo del mes de octubre. La hembra carece de ella. Ambos presentan una característica mancha en el pelaje debajo de la cola que resulta fácilmente visible cuando huyen al vernos. El pelaje es más rojizo en verano mientras que en invierno adquiere un tono más grisáceo.
Tiene una dieta herbívora ya que se alimenta en prados, cultivos y brotes de arbustos.
El celo se produce de primavera a mitad del verano, volviéndose entonces los corzos solitarios. Una vez finalizada la época de celo son algo más gregarios, sobre todo mientras cuidan a las crías, que nacen en el mes de mayo. Es característico la voz que emiten los machos, un ladrido que resuena de manera tétrica.
Especie abundante que ha colonizado todos los ambientes de las altas tierras del Alfambra.
Suele vérsele en los bosques de ribera ...
Suele vérsele en los bosques de ribera ...
en los matorrales ....
en los peñas y roquedos ...
y en los cultivos ...
La presencia de este mamífero aporta riqueza natural al Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.
Chusé Lois Paricio
Aguilar del Alfambra
Chusé Lois Paricio
Aguilar del Alfambra
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