La edición de Poborina Folk 2018 coincide con la declaración del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra por el Gobierno de Aragón. Por ello la excursión senderista, que tradicionalmente organiza el Club Alpino Javalambre, este año va a tener lugar en un paraje muy representativo de este paisaje cultural: la arboleda que se extiende entre Jorcas, Ababuj y Aguilar del Alfambra, tres localidades vecinas de El Pobo.
Este paseo sigue parcialmente el Sendero Turístico PR TE-51 que parte de la localidad de Jorcas y que termina en la de Galve, después de pasar por el santuario de la Virgen del Campo en Camarillas. Y recorre la recién declarada Arboleda Singular “Ribera de Chopo Cabecero”.
El patrimonio de Jorcas es una verdadera joya. Antes de iniciar la andada, merece la pena recorrer sus calles para disfrutar de la arquitectura popular, tanto en las casas grandes como en las más humildes. El ayuntamiento, la fuente, la iglesia, la ermita de San José … Saborear la armonía y el silencio de un pequeño pueblo abrigado del cierzo y dispuesto al solano que ve pasar el tiempo y las aguas del arroyo del Regajo.
El sendero parte del pabellón. Se encuentra en una pequeña calle que es también la entrada de la carretera desde Allepuz y que recibe el nombre de Paseo José Antonio Labordeta. Y es que, Jorcas y Labordeta trabaron una larga relación de amistad y de compromiso con las tierras de Teruel durante décadas, pues era un lugar habitual en su ronda de conciertos veraniegos.
Se encamina entre diminutos huertos cerrados con muros de piedra cubiertos de hiedra en paralelo al cauce del Regajo, arroyo que nace en los páramos de Allepuz y que tiene un caudal modesto aunque de limpias aguas. Los chopos van a ser compañeros en nuestros primeros pasos, a veces serán plantaciones de híbridos euroamericanos, aunque la mayoría se tratarán de robustos y veteranos ejemplares trasmochos, los conocidos chopos cabeceros.
Dejaremos una balsa a mano izquierda poco antes de cruzar la carretera A-228. Tras ello, se llega a un merendero con una fuente. Es un conjunto muy interesante de sauces y chopos trasmochos. Al poco, el sendero sale del bosque y comienza a pasar entre campos de secano cercados por muros construidos con la técnica de la piedra seca. Jorcas tiene muy buenos ejemplos de esta técnica constructiva tan propia de las regiones montañosas. En el primer campo que queda a la izquierda del camino destaca un chopo de grandes dimensiones. Si el cultivo lo permite, conviene acercarse. Es un verdadero monumento.
El sendero sigue en paralelo a la ribera del Regajo. A nuestra izquierda, preciosos sauces trasmochos, algunos recién podados para aprovechar su leña, marcan el curso del agua. A la derecha, pastizales y bancales de secano en donde afloran una calizas muy ricas en caparazones de bivalvos del Cretácico. Pasaremos junto a un pequeña majada, una preciosidad, con su corral diminuto, con su pajera, con su cubierto construido con las ramas de los chopos cabeceros. Otra joya y muy bien conservada.
En un desvío se toma el camino de la izquierda que acerca a la desembocadura del arroyo del Regajo en el río Alfambra. En esta zona, la proximidad del freático permite la existencia de unos prados frescos cercados con setos arbolados de enormes chopos y sauces. Es un paisaje, raro en las sierras de Teruel, que recuerda al bocage atlántico.
Acompañando al río Alfambra viene el Sendero Fluvial que, en adelante, se unirá a nuestro PR TE-51. En seguida llegaremos a un paraje muy hermoso. El río traza un cerrado meandro que pasa muy cerca del Molino de Ababuj y que concluye en un azud, en el que se forma una pequeña cascada. Se sale a una pista asfaltada para, al poco, descender hacia el cauce.
A mano derecha quedan las naves de Cereales Teruel. A mano izquierda, un meandro abandonado bien delimitado por los viejos árboles que, en su día, acompañaron al antiguo cauce. Poco después se alcanza la desembocadura del río Seco, afluente por la derecha del río Alfambra, que drena los términos de Monteagudo del Castillo, El Pobo y Ababuj.
El bosque de ribera tiene un estrato herbáceo que está en plena floración. Estos días el campo está espléndido de orquídeas ...
aguileñas ...
botones de oro ...
El bosque de ribera tiene un estrato herbáceo que está en plena floración. Estos días el campo está espléndido de orquídeas ...
El río sigue un curso divagante en esta llanura elevada. Los campos de cereal tienen cerradas de piedra y setos arbustivos con endrineras y vizcoderos, estos días de final de primavera con la floración casi terminada y con sus ramas cubiertas de hojas. Son el hábitat de numerosas especies de aves y mamíferos que encuentran en estas matas lugar apropiado para la cría, pero también alimento en sus frutos durante el largo invierno.
Llegaremos a un desvío. El Sendero Fluvial y el PR TE-51 siguen por el camino de la derecha que, tras pasar una zona de huertos con cerradas y un área recretiva, pasan por el Molino y la ermita de Santo Cristo saliendo a la carretera que lleva a Aguilar del Alfambra. Es una opción para los que ya deseen concluir la ruta.
Nuestra propuesta toma el camino de la izquierda que sigue un sendero igualmente marcado, pero de carácter local. Llegaremos a la carretera TE-8001 que une Ababuj con Aguilar del Alfambra, ya visible, y que tomaremos unos 400 m dirección a esta localidad hasta retomar un sendero que nos devuelve a la ribera a través del Sendero Fluvial.
A la izquierda habremos ido observando como la erosión fluvial ha permitido que afloren unas arcillas violáceas y unas areniscas grises. Son barranqueras pobladas por enebros y espinos en los que el verde y el morado intenso ofrecen un cromatismo muy intenso. Son las arcillas buscadas por la industria azulejera levantina.
El sendero atraviesa una preciosa dehesa fluvial y sale a un camino junto al que hay un panel con una réplica de las huellas fosilizadas (icnitas) de varias especies de dinosaurios que puede observarse en el paraje de El Hontanar.
Es una encrucijada. A mano derecha sale un camino que lleva fácilmente al ya visible Aguilar del Alfambra. Si se cruza el puente, sale un camino que lleva a la fuente (y yacimiento paleontológico) de El Hontanar o a la Muela. Pero si continuamos el cauce del río siguiendo el Sendero Fluvial tendremos la posibilidad de llegar a unos parajes de gran belleza.
Al poco, alcanzaremos al Chopo Cabecero del Remolinar, uno de los primeros Árboles Singulares declarados por el Gobierno de Aragón y que fue premiado en el concurso European Tree of the Year 2015. Poco después, veremos el chopo fénix, otra singularidad arbórea. Y, tras pasar junto a las ruinas de una serrería alcanzaremos el inicio del Estrecho. Los estratos verticales calizos dificultan el paso del agua y crean un congosto en el que el agua se acelera. Allí termina el sendero. Pero a mano derecha, junto a un panel de madera, asciende una senda poco evidente aunque marcada, que remonta la ladera y que permite llegar a la Ermita de la Virgen de la Peña. Un formidable mirador permite contemplar todo el Alto Alfambra, los páramos de Ababuj y el Pobo, ofreciendo a nuestros pies el espectacular pliegue abierto por el río (Lugar de Interés Geológico) en cuyas paredes crían las aves rapaces. El retorno al pueblo se hace por el sendero local que desciende por la solana de El Cerro.
El próximo sábado, a las 9.00 horas ... ¡nos vemos en Jorcas!
El próximo sábado, a las 9.00 horas ... ¡nos vemos en Jorcas!
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